Posteado por: anaisay | febrero 13, 2013

COMUNICARNOS CON LA MIRADA

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 El reloj suena a las 7,40, casi dormida, pienso que ya llego tarde, me doy media vuelta en la cama y continuo durmiendo. Todavía me da tiempo para llegar. Son las 8 de la mañana, estoy en la calle. Hay poca gente por el barrio. Sólo tres personas están en la parada del autobús. Me encuentro bien, llevo el libro de Momo de Michael Ende debajo del brazo, deseando llegar al metro para leerlo. Los andenes del metro están muy llenos. Entre apretujones de la gente, consigo refugiarme en un rincón. Me posiciono para poder salir, tarea nada fácil, por tantos viajeros enlatados como sardinas. Por fin llego a mi estación. Salgo impulsada como una gaseosa. Enfilo las escaleras, deseosa de llegar a tiempo.

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El sol brilla en lo alto, sus rayos aunque tímidos calientan un poco, creando aureolas doradas sobre la cabeza de los transeúntes. Absorta en esta observación, casi sin darme cuenta, el autobús estaba ante mí. Era de los modelos antiguos azules, con asientos de madera. Subo, al fondo hay asientos vacíos, pero como el trayecto es corto, prefiero ir de pie. En los asientos delanteros me llama la atención un chico joven, hubo un par de veces que coincidieron nuestras miradas. Me disponía a bajar y miré al conductor. El chico seguía mirándome. Baje y miré a través de los cristales, sus ojos aún estaban puestos en mí. Yo, tenía la sensación de que había algo que nos conectaba. El autobús se alejaba, él hacía esfuerzos para seguir mirándome. De forma súbita apareció en su rostro una sonrisa. Sentí una agradable sensación.

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Ya me ha pasado en otras ocasiones de comunicarme con alguien que no conocía sin decir nada, tan solo a través de los ojos. La mayoría de la gente es perceptible de abrirse, de querer comunicarse. Pero la barrera de lo que está bien y lo que está mal, nos paraliza. De pequeña, se nos enseña que solo podemos hablar con la gente conocida. Nos atemorizan diciéndonos. -“No hables nunca con desconocidos”. “Si alguien te pregunta algo, sal corriendo”. “No cojas caramelos de desconocidos, porque te drogan y hacen de ti lo que quieran”. Nos enseñaron a “desconfiar”.

Escritos de Anaís Martín  Contenido en mi libro «Gotas de vida»


Respuestas

  1. En realidad no es necesario comunicarnos con la otra persona de otra forma, es decir, con la palabra. Hay interactuaciones que estan mas allá de la realidad cotidiana en la que vivimos, por lo que no es necesario aplicar la respuesta de esta realidad a la otra.

    Cuando yo era un adolescente, recuero haber vivido en unos segundos una historia de amor de toda una vida. Una joven, como yo, se encontraba sentada al lado de la ventana en un autobus, cuando yo me encontraba esperando en la parada a otro. Nuestras miradas se cruzaron y en un instante vivimos toda una vida de amor, en el que el tiempo no tenía cabida, pues en mi recuerdo, realmente vivimos enamorados durante muchos años.

    Cuando atravesamos a otras realidades, déjate llevar e intenta no sacar conclusiones. Vïvelas.

    Un amigo que te quiere.

    • Gracias amigo.
      Un fuerte abrazo

  2. Gran trabajo Anais, como Escritora, me encanta leerte, gracias por la explicación sobre los nombres. Un abrazo.

    • Gracias María, es un placer que te agrade. Recibe un cálido abrazo


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